La reciente defunción de las netbooks hacen pensar en cuál será el rumbo que tomará el uso de las tecnologías en el aula.
No nos hemos acostumbrado todavía a la inclusión de dispositivos en nuestras clases. De a poco las vamos incorporando y en muchos casos con mucha resistencia. Como decía un personaje de historieta "Cuando aprendí todas las respuestas, me cambiaron las preguntas." Esto parece ser el modus operandi de nuestro tiempo.
Todavía está fresco el proyecto OLPC (One Laptop Per Child) del MIT y Nicholas Negroponte en nuestros oídos y en muchos de nuestros países aún siguen completando el número de netbooks a entregar a los alumnos. Pero parece que cuando todas nuestras escuelas estén llenas de estas herramientas, en el mundo real ya no existirán, por pura obsolescencia.